En el centro, la Fuente del Fauno. Junto con su pareja, la Fuente de Cupido, y procedentes del Jardín del antiguo Palacio del Marqués de Salamanca en el Paseo de Recoletos, fueron compradas en 1915 por el Ayuntamiento de Madrid y colocadas en la Rosaleda por el jardinero Cecilio Rodríguez.