"Testimonio de la intensa campaña desarrollada en España en defensa del dogma de la Inmaculada durante el reinado de Felipe IV. Representa al monarca arrodillado, extendiendo su mano sobre el Evangelio, ante un prelado vestido de pontifical. Le acompañan varios religiosos y caballeros de distintas órdenes militares. Al fondo un gran lienzo de San Buenaventura ante la Inmaculada refuerza el significado de la escena".
Comentario extraído de CER.es