"Bella estampa de la plaza nevada en un crudo día de invierno, en el que apenas transitan por la calle algunos caminantes y coches de caballos, mientras que una bandada de pájaros se arremolina en el suelo para recoger las migas que les acaba de arrojar una mujer.
El cuadro muestra el cambio de ubicación de la fuente de Cibeles, en medio del arranque del Paseo de Recoletos y la supresión de su gran pilón, así como diversos elementos del mobiliario urbano de aquellos años, como los distintos modelos de farolas de gas y petróleo, los quioscos y marquesinas, los mojones de señalización de la calzada y las sillas metálicas colocadas en hilera para descanso de los transeúntes, situadas en el extremo derecho (...)."
Comentario extraído del libro "Madrid pintado: la imagen de Madrid a través de la pintura". Madrid: Ayuntamiento de Madrid, 1992. p. 224-225.