Amalia Campos calificada en distintos periodicos de la época como actriz de gentil figura, con una voz simpatica, graciosa y una desemboltura picaresca de buen tono hizo una buena campaña en el teatro Eslaba de Madrid y mas tarde pertenecio a la compañia del Teatro Apolo cosechado exitos en zarzuelas como "las bribonas", "El Husar de la guarda o "La gatita blanca".