Este bar, que Borrego montó con su socio Román, es ahora una carnicería. Los «mozos del hipódromo», Gregorio («Rincón»), Jacinto, Antonio y un amigo de Borrego habían ido a tomar una copita. El bar llevaba tiempo abierto y dijeron: «¿Por qué no vamos a tomar algo?». Los que aparecen en la foto dentro de la herradura eran José Antonio Borrego y Román Martín, jockeys (jinetes) muy buenos. «De cuando el Hipódromo estaba como es debido». La herradura se la hizo el dueño del Hipódromo. «Un capricho que tuvieron Borrego y Román», dice Crescencio.