Valentín, el abuelo paterno de Carolina, tenía una de las dos vaquerías de Aravaca. La de la foto es su vaca «Montañesa». La querían mucho porque daba alrededor de 25 litros de leche diarios. El padre de Carolina, Julián, siguió con la tradición familiar hasta el año 67, en que tuvieron que cerrar el negocio porque obligaron a sacar las vacas de las cuidades.