Grupo de alumnos del colegio de Doña Gloria Suárez, situado en el paseo de Yeserías 61 haciendo esquina con la calle las Naves, en realidad se trataba de una pequeña escuela instalada en la vivienda particular de esta maestra. Debido a la incapacidad del sistema escolar de atender la demanda de puestos escolares, este tipo de centros abundaban en esta zona. En el registro de la Parroquia del Purísimo Corazón de María del año 1947, aparecen 15 de estos pequeños colegios privados, frente a dos religiosos, dos nacionales y uno municipal.
Doña Gloria era una persona muy querida en el barrio, Pilar Camarón nos describe el recuerdo que guarda de ella con estas palabras.
“Todos los niños del barrio teníamos que llevar nuestra sillita, y una tabla que apoyábamos en nuestras rodillas para poder escribir sus “dictados” y “resolver sus cuentas” (tenia una bonita y perfecta caligrafía inglesa). La lección se la dábamos de pie junto a ella, y si no nos la sabíamos, nos castigaba mandándonos al pasillo de pie, cara a la pared, y con el “tocho” de libro abierto y estudiando. Era muy buena, intentaba hacerse la mala cuando algún niño se portaba mal, pero tras el breve castigo, nos premiaba con una galleta, un fruto seco, o un caramelo “Saci”, y en ocasiones, una sabrosa rosquilla hecha por ella”.
Extraído de "Mujeres para la historia de Arganzuela". Madrid: Concejalía de Gobierno de Empleo y Servicios al Ciudadano, 2003. pág. 20