Representa la llegada a la Corte de la segunda esposa de Fernando VII en septiembre de 1816. La entrada triunfal de los reyes por la calle de Alcalá, bajo un arco clásico de arquitectura efímera, levantado junto a la Academia de San Fernando. En primer término, la Casa de Aduanas y, al fondo, la iglesia de las Calatravas, en su estado anterior a la reforma llevada a cabo años más tarde por Madrazo. Una abigarrada multitud contempla el paso del real cortejo, flanqueado por soldados.
Fuente: Catálogo de las Pinturas, 1990, pág. 232-233. Museo Municipal de Madrid.