Descripción
Titulo:
Puerta de Segovia
Fecha:
1991
Lugar:
Madrid
Descripcion:
C/ Segovia, 35
Distrito: Centro
Colocada en el año 1991
Editor: Ayuntamiento de Madrid
Distrito: Centro
Colocada en el año 1991
Editor: Ayuntamiento de Madrid
Tipo:
Placa conmemorativa
Signatura:
s/sig
Comentario
Junto a este lugar estuvo desde la decada de 1570 la PUERTA DE SEGOVIA construida por Felipe II y derribada en 1852
La Puerta de Segovia está unida a la historia de un barranco fundamental en la historia de Madrid y por el que discurría un arroyo, el arrollo “matriz” que es el origen del nombre de nuestra ciudad. La calle de Segovia es emblemática. Su Puerta medieval perteneció al recinto del siglo XII de la muralla cristiana, ubicada, según el profesor Montero Vallejo, aproximadamente “en linde” con el Viaducto actual.
Felipe II, el rey que hizo de Madrid la Sede de la Capitalidad de la Monarquía Española, quiso ordenar urbanísticamente el barranco: enterró el arroyo, cambió la Puerta o Portal entre 1571 y 1579 siendo probablemente obra de Juan de Herrera y culminó con la bella traza de “La Puente Segoviana”, hoy Puente de Segovia.
La Puerta seguía modelos clásicos, con un cuerpo bajo con tres calles, las dos laterales abiertas en vanos con arcos de medio punto y hornacina ciega en la central. El cuerpo superior se compone de dos alerones que sirven de enlace con el cuerpo inferior y un saliente rematado en cornisa curva, decorado todo ello con boliches, y un florero en su cúspide.
Fue en el Madrid ilustrado una de las Puertas de Registro de mercaderías.
Répide dice que esta última puerta estaba “a la altura de la última casa a la derecha o sea, la señalada con el nº 44, que permanece aislada entre los jardincillos, estaba la Puerta de Segovia, que carecía de interés artístico y fue derribada en 1852.”
Por este acceso, se creó un espacio intercultural de ideas y productos saliendo y entrando a la sierra, a Segovia y al norte de España y a Europa (destino compartido por la Puerta de la Vega) que la fueron haciendo una ciudad tan especial.
La Puerta de Segovia está unida a la historia de un barranco fundamental en la historia de Madrid y por el que discurría un arroyo, el arrollo “matriz” que es el origen del nombre de nuestra ciudad. La calle de Segovia es emblemática. Su Puerta medieval perteneció al recinto del siglo XII de la muralla cristiana, ubicada, según el profesor Montero Vallejo, aproximadamente “en linde” con el Viaducto actual.
Felipe II, el rey que hizo de Madrid la Sede de la Capitalidad de la Monarquía Española, quiso ordenar urbanísticamente el barranco: enterró el arroyo, cambió la Puerta o Portal entre 1571 y 1579 siendo probablemente obra de Juan de Herrera y culminó con la bella traza de “La Puente Segoviana”, hoy Puente de Segovia.
La Puerta seguía modelos clásicos, con un cuerpo bajo con tres calles, las dos laterales abiertas en vanos con arcos de medio punto y hornacina ciega en la central. El cuerpo superior se compone de dos alerones que sirven de enlace con el cuerpo inferior y un saliente rematado en cornisa curva, decorado todo ello con boliches, y un florero en su cúspide.
Fue en el Madrid ilustrado una de las Puertas de Registro de mercaderías.
Répide dice que esta última puerta estaba “a la altura de la última casa a la derecha o sea, la señalada con el nº 44, que permanece aislada entre los jardincillos, estaba la Puerta de Segovia, que carecía de interés artístico y fue derribada en 1852.”
Por este acceso, se creó un espacio intercultural de ideas y productos saliendo y entrando a la sierra, a Segovia y al norte de España y a Europa (destino compartido por la Puerta de la Vega) que la fueron haciendo una ciudad tan especial.
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