Patrimonio urbano
Enrique Herreros
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Descripción
Titulo:
Enrique Herreros
Fecha:
1992
Lugar:
Madrid
Descripcion:
C/ Alburquerque, 8
Distrito: Chamberí
Colocada en el año 1992
Editor: Ayuntamiento de Madrid
Tipo:
Placa conmemorativa
Signatura:
s/sig

Comentario
Aquí vivió el madrileño ENRIQUE HERREROS (1903 - 1977). Pintor, humorista, cineasta y montañero.

La manera de encontrar a Enrique Herreros a través de sus obras más famosas era, y es, en más de un centenar de portadas de La Codorniz, la mítica revista de humor y critica inteligente.

Fue Enrique Herreros un madrileño nacido en la calle de San Andrés, en 1921. Su personalidad le hacía ser muy prolífico en actividades profesionales muy dispares: fue pintor, hizo su primera exposición en el Palacio de la Prensa de Madrid en el año 1942, y otras después, destacando su colección de aguafuertes “La Tauromaquia de la Muerte” y sus ilustraciones de “El Quijote”, cuya primera versión (hizo tres) la presentó en el Circulo de Bellas Artes, en 1948. Enseguida se manifestó como un importante cartelista.

La faceta de humorista la comienza en La Ametralladora y prosigue en La Codorniz, en la que fue uno de los ingenios fundamentales para sacar a la calle ese producto tan especial. Todos los nombres del humor de esa época estuvieron allí: Miguel Mihura, Tono, Edgar Neville, Álvaro de la Iglesia…

Inaugurada en 1941, trabajó allí hasta su fallecimiento el 18 de Septiembre de 1977, en un accidente de montaña junto a Potes. Esta casa es muy especial, en ella se respira un mundo colmado de ideas, de arte… Es un laboratorio de viejas películas y de recuerdos. Aquí se firmo el contrato entre Juan de Orduña y la actriz Sara Montiel para filmar “El Último Cuplé”, se prepararon escaladas a los más altos picos, en ella se respira imaginación, locura, sueños... Muchos de ellos forman la Sala Enrique Herreros, del Museo Municipal de Madrid.

Antonio Mingote dijo de él: “Fue una luz que nos deslumbró con su genio de primer humorista, su sabiduría de gran dibujante, vicario de la mejor pintura, portaestandarte de La Codorniz en portadas rebosantes de originalidad, surrealismo, poesía e inagotable cachondeo.”

Murió en un accidente en los Picos de Europa en 1977.
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