Descripción
Titulo:
Olga Ramos
Fecha:
1993
Lugar:
Madrid
Descripcion:
Puerta del Sol
Distrito: Centro
Colocada en el año 1993
Editor: Ayuntamiento de Madrid
Distrito: Centro
Colocada en el año 1993
Editor: Ayuntamiento de Madrid
Tipo:
Placa conmemorativa
Signatura:
s/sig
Palabras Clave:
Comentario
Aquí estuvo el Gran café Universal donde actuaba la violinista y cantante OLGA RAMOS que por su arte fue llamada Reina del Café Concierto.
Ella fue única, su finura, su voz delicada, su gracia a espuertas hizo del cuplé de Olga una vivencia irrepetible, un sentimiento culto y popular a la vez, un desgarro madrileño con cuerda de violín.
Nació en Badajoz el 20 de julio de 1918. Tuvo desde pequeña afición artística y sus padres la iniciaron en los estudios de música, primero en Badajoz y luego en Madrid. A los ocho años le compraron su preciado violín: vivieron en la calle Cardenal Cisneros y luego en Modesto Lafuente. En la Guerra Civil debutó como violinista en el cine Bilbao de la calle Fuencarral.
Terminó su etapa académica con el primer Premio de Música de Cámara en el Real Conservatorio. Hizo giras por los mejores cafés de España y en Madrid como El Tropical, La Montaña y, después, El Universal de la Puerta del Sol. El viejo café de los espejos y su público entronizaron a Olga como la reina del Café-Concierto: “Llegó a ser El Universal centro de la Música Culta: nuestro repertorio contaba con más de 400 obras, entre óperas, zarzuelas, intermedios y música de todas clases”, afirmaba la propia artista. En él conoció a su marido, Enrique Rodríguez Gamboa, “El Cipri” que dirigía la orquesta Alas y fue su compositor.
En este Café de El Universal estuvieron trabajando más de veinte años y, en los veranos, cantaban en otro de igual nombre en Vigo. En los años 50 la televisión sustituyó a la orquesta y Olga se fue al Café Varela, en el que actuó hasta su desaparición.
En el año 68 se puso en marcha el “Último Cuplé”, el local de la calle de la Palma, donde la artista actuó en numerosas ocasiones. A la muerte del propietario, Olga hizo una gira apoteósica por México,
donde actuó en una película. A su vuelta compró un local en la calle de la Palma que llamó “Las noches del Cuplé”. Durante treinta y un años trabajó en este local hasta que cerró por desahucio. Ahí estuvo también una placa del Plan Memoria de Madrid, desde diciembre de 1993, que decía: “En este viejo rincón de Madrid Olga Ramos mantiene vivo el cuplé”. Una obra en la finca la hizo desaparecer.
Ella fue única, su finura, su voz delicada, su gracia a espuertas hizo del cuplé de Olga una vivencia irrepetible, un sentimiento culto y popular a la vez, un desgarro madrileño con cuerda de violín.
Nació en Badajoz el 20 de julio de 1918. Tuvo desde pequeña afición artística y sus padres la iniciaron en los estudios de música, primero en Badajoz y luego en Madrid. A los ocho años le compraron su preciado violín: vivieron en la calle Cardenal Cisneros y luego en Modesto Lafuente. En la Guerra Civil debutó como violinista en el cine Bilbao de la calle Fuencarral.
Terminó su etapa académica con el primer Premio de Música de Cámara en el Real Conservatorio. Hizo giras por los mejores cafés de España y en Madrid como El Tropical, La Montaña y, después, El Universal de la Puerta del Sol. El viejo café de los espejos y su público entronizaron a Olga como la reina del Café-Concierto: “Llegó a ser El Universal centro de la Música Culta: nuestro repertorio contaba con más de 400 obras, entre óperas, zarzuelas, intermedios y música de todas clases”, afirmaba la propia artista. En él conoció a su marido, Enrique Rodríguez Gamboa, “El Cipri” que dirigía la orquesta Alas y fue su compositor.
En este Café de El Universal estuvieron trabajando más de veinte años y, en los veranos, cantaban en otro de igual nombre en Vigo. En los años 50 la televisión sustituyó a la orquesta y Olga se fue al Café Varela, en el que actuó hasta su desaparición.
En el año 68 se puso en marcha el “Último Cuplé”, el local de la calle de la Palma, donde la artista actuó en numerosas ocasiones. A la muerte del propietario, Olga hizo una gira apoteósica por México,
donde actuó en una película. A su vuelta compró un local en la calle de la Palma que llamó “Las noches del Cuplé”. Durante treinta y un años trabajó en este local hasta que cerró por desahucio. Ahí estuvo también una placa del Plan Memoria de Madrid, desde diciembre de 1993, que decía: “En este viejo rincón de Madrid Olga Ramos mantiene vivo el cuplé”. Una obra en la finca la hizo desaparecer.
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