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Descripción
Titulo:
Juan Muñoz
Fecha:
2010
Lugar:
Madrid
Descripcion:
C/ Donoso Cortés, 73
Distrito: Chamberí
Colocada en el año 2010
Editor: Ayuntamiento de Madrid
Distrito: Chamberí
Colocada en el año 2010
Editor: Ayuntamiento de Madrid
Tipo:
Placa conmemorativa
Signatura:
s/sig
Palabras Clave:
Comentario
Aquí nació y vivió JUAN MUÑÓZ (1953-2001), escultor del espacio y de la figura humana.
El escultor Juan Muñoz, muerto prematuramente, nació en esta casa y en ella vivió hasta cumplir los 25 años. En la década del setenta del pasado siglo estudió en el Croydon College y en el Central School of Art and Design, en Gran Bretaña. En 1982 viaja a Estados Unidos para seguir sus estudios en el Pratt Centre de Nueva York. Dos años más tarde presenta, en la Sala Vijande de Madrid, su primera exposición.
En la década del noventa se vuelve conocido por sus obras de carácter “narrativo” con figuras humanas ligeramente inferiores al tamaño natural y por la cuidada escenografía de sus espacios. Sus figuras son monocromáticas, de color cera o gris plomo, realizadas en papel maché, resina o bronce. En su obra existe una gran tensión entre los espacios irreales y los tangibles. Sus personajes anodinos transitan o se quedan detenidos en situaciones de gran teatralidad, donde tiene especial protagonismo el silencio, la soledad y la incomunicación.
Son también conocidos algunos trabajos de carácter auditivo, como el que realizó a comienzos de los ochenta con el compositor británico Gavin Bryars, denominado “A man in a room gambling” (Un hombre en una habitación jugando).
El año 2000 obtuvo el Premio Nacional de Artes Plásticas y menos de un año después murió en su casa de la isla de Ibiza, con 48 años.
Su última obra, con el título “Double bind” (Doble vínculo) se presentó en la sala de turbinas del museo Tate Modern, de Londres. Se trata de un juego entre espacios arquitectónicos y figuras que permite al espectador cruzarla o permanecer quieto, parado en un espacio limítrofe entre lo imaginario y lo real, con la sensación de un tiempo detenido y fugaz, en la frontera entre dos realidades irreconciliables que se funden y se articulan entre sí.
El artista defendía que existían dos cosas imposibles de representar: el presente y la muerte, y que la única forma de expresarlas era a través de su ausencia.
El escultor Juan Muñoz, muerto prematuramente, nació en esta casa y en ella vivió hasta cumplir los 25 años. En la década del setenta del pasado siglo estudió en el Croydon College y en el Central School of Art and Design, en Gran Bretaña. En 1982 viaja a Estados Unidos para seguir sus estudios en el Pratt Centre de Nueva York. Dos años más tarde presenta, en la Sala Vijande de Madrid, su primera exposición.
En la década del noventa se vuelve conocido por sus obras de carácter “narrativo” con figuras humanas ligeramente inferiores al tamaño natural y por la cuidada escenografía de sus espacios. Sus figuras son monocromáticas, de color cera o gris plomo, realizadas en papel maché, resina o bronce. En su obra existe una gran tensión entre los espacios irreales y los tangibles. Sus personajes anodinos transitan o se quedan detenidos en situaciones de gran teatralidad, donde tiene especial protagonismo el silencio, la soledad y la incomunicación.
Son también conocidos algunos trabajos de carácter auditivo, como el que realizó a comienzos de los ochenta con el compositor británico Gavin Bryars, denominado “A man in a room gambling” (Un hombre en una habitación jugando).
El año 2000 obtuvo el Premio Nacional de Artes Plásticas y menos de un año después murió en su casa de la isla de Ibiza, con 48 años.
Su última obra, con el título “Double bind” (Doble vínculo) se presentó en la sala de turbinas del museo Tate Modern, de Londres. Se trata de un juego entre espacios arquitectónicos y figuras que permite al espectador cruzarla o permanecer quieto, parado en un espacio limítrofe entre lo imaginario y lo real, con la sensación de un tiempo detenido y fugaz, en la frontera entre dos realidades irreconciliables que se funden y se articulan entre sí.
El artista defendía que existían dos cosas imposibles de representar: el presente y la muerte, y que la única forma de expresarlas era a través de su ausencia.
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