Archivo de Villa
Tarasca para la procesión del Corpus de 1713
Tu nota: Nota media: 3.0/5 Votaciones: 315
Comparte:   
Descripción
Titulo:
Tarasca para la procesión del Corpus de 1713
Fecha:
1713
Lugar:
Madrid
Descripcion:
Presente en el expediente 2-201-16.
De izquierda a derecha:
este lleua la cola destotra y ba cocando con la boca y rascándose con el brazo
Esta Ileua la cola de la tarasca
Esta es la tarasca y haze cortesías y menea la caueza a todos lados
Este está leyendo un papel y abre la boca como que está leyendo
Estos corren el estafermo y ganso
A de baylar y tocar las castañetas
Abajo a la izquierda; desvaído:
Ay que hazer telar nuevo [y] sierpe nueva y conpostura de jigantones y [en]carnarlos y platear [las] baras del palio y conduccion de los jigantones tres días y gaytero y conduccion de la tarasca los tres días y conpostura de angarillas; su prezío es dos mil y ochozientos reales.

Tinta sepia, pluma y aguada.
56,5 x 42,6 cm
Tipo:
Dibujos
Signatura:
2-201-16

Comentario
Dice José María Bernáldez en "Tarascas de Madrid" (1983): "Descontando la figura del enano bailarín, que es convencional, quedan siete con la de la tarasca, que es obligada. El galán, cuya soberbia es tanta como para vestir de héroe clásico, requiere de amores a una dama lujuriosamente vestida. Un viejo, galocha y ropas forenses, calcula avariento lo capitulado. Mientras esa figura sombría y triste vuelve la cara y tuerce los ojos de pura envidia: el más lóbrego de los vicios; único en no procurar fruición ninguna.

De espaldas, dos caballeros se preocupan sólo de satisfacer sus impulsos al galope del desenfreno. Uno corre glotón el ganso. Parejo a él corre otro el estafermo. Tan cegado por la ira, que el lanzazo va contra la escarcela derecha y no contra la rodela. Con el consiguiente peligro de ser ésta -y no el saquete, más blando-quien, de no pasar presto, le golpee al girar. Porque el estafermo se movía, en contra de su italiano nombre...

El mono sentado sostiene desidioso la cola (forma pues parte de la escena), mientras se rasca y bosteza. Y el género humano hecho bufón bailotea con ligereza, vuelto hacia el reclamo de los siete pecados capitales.
Opiniones