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Frescos de la ermita de San Antonio de la Florida. La Cúpula 2
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Descripción
Titulo:
Frescos de la ermita de San Antonio de la Florida. La Cúpula 2
Fecha:
1798
Lugar:
Madrid
Descripcion:
La técnica que utilizó el artista en estas pinturas es la del fresco, y consiste en extender sobre el muro una capa de mortero húmedo de cal y arena en la zona a trabajar en el día, llamada "jornada". En esta superficie se dibuja el motivo a pintar con la ayuda de cartones (bocetos) y un punzón, dejando marcas incisas. Después, antes de secarse, se aplican los pigmentos mezclados con agua. La humedad produce la carbonización de la cal que une indisolublemente la pintura a la pared.
Tipo:
Pintura
Signatura:
s/sig
Núm Inventario:
s/n

Comentario
En la cúpula, el techo se "abre" al cielo y en un paisaje al aire libre una multitud bulliciosa, alrededor de una barandilla fingida, asiste a la resurrección milagrosa de un hombre que había sido asesinado, para que testifique la inocencia del padre del Santo, injustamente acusado del crimen.

La composición en la cúpula se equilibra con el personaje de brazos extendidos, puesto en pie sobre una grada en contraposición con la figura del santo. En él se acentúan los efectos de perspectiva utilizados por el pintor: las figuras están vistas de abajo arriba y ligeramente escorzadas, de forma que la luz de la linterna les ilumina el rostro y deja en penumbra la mandíbula y el cuello.

Otro recurso para dar sensación de realidad es la comunicación que se establece entre el mundo pictórico y el real, como por ejemplo a través de la dama con falda roja, que está mirando al espectador acodada en la barandilla. Esta preciosa maja pertenece a un universo muy diferente al de otras figuras de carácter extraño, situadas en segundo plano y apenas esbozadas, que recuerdan a las Pinturas Negras.

En este detalle, en la cabeza que se destaca sobre el fondo, se puede observar cómo el artista consigue la expresión del rostro con dos toques de pincel, anticipándose a lo que un siglo después se denominaría expresionismo. Mientras que en la mantilla de la muchacha, las pinceladas sueltas y disociadas, preludian el impresionismo. Una forma de pintar y de expresarse en la que se encuentra el germen de todo el arte de nuestro tiempo.

El paisaje de fondo del último sector de la cúpula se corresponde con las vistas de la sierra de Guadarrama y las arboledas cercanas al río, que se divisan desde este lado de la ermita. Delante, los personajes más cercanos al milagro - algunos mendigos y una pareja joven- expresan una profunda devoción que contradice la afirmación de algunos críticos de la falta de sentimiento religioso de esta escena.

Esta delicada dama envuelta en un manto blanco que contempla con asombro el milagro, como el resto de las figuras, está pintada de forma rápida, abocetada y a base de manchas de color. Después, el artista ha configurado el rostro, las formas y los ropajes con pinceladas sueltas y veladuras, que dan incluso sensación de relieve.

Comentario extraído de www.madrid.es.
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