El Buen Retiro: grisallas.
Combinadas a veces con motivos dorados sobre blanco, y siempre acotadas por recintos bien marcados (en horizontal o vertical o en forma de círculos y medallones), los dibujos en grisalla de la tercera época del Buen Retiro significan, frente a las porcelanas con decoración de flores o dorados sobre blanco, un paso adelante en las característica tendencia de dicha época a recubrir con decoración la totalidad de la superficie vista de las piezas de uso.
Las grisallas, que se disponen a veces sobre el blanco inmaculado de la porcelana, pero que en otras pisan sobre los excelentes fondos planos de color (marrón claro y malva, muy especialmente) tan del gusto Imperio, representan casi siempre paisajes campestres arbolados y, a veces, con ruinas, lo que, unido a un trabajo de línea que se asemeja en ocasiones al grabado calcográfico, parece anunciar lo que, andando el tiempo, habría de ser el patrón decorativo más característico de las lozas románticas a la inglesa, especialmente cuando el motivo ocupa el centro de las piezas de rotación.
(Comentario del catálogo de la exposición "Bartolomé Sureda (1769 – 1851). Arte e Industria en la Ilustración tardía”)