La fidelidad y obediencia á las leyes que hemos jurado son inseparables de la pública tranquilidad: sin ella no hay clase alguna del Estado que pueda subsistir; y así como los ciudadanos útiles y honrados padecen todo género de horrorosas extorsiones, vilipendios y violencias, encuentran en ellas mismas los malévolos su aparente y momentánea felicidad ...El Consejo... ha creido ser de su primera obligación...dictarles las reglas que deberan circular y observar las Audiencias, Intendentes, Corregidores y demás Justicias...para conservar la tranquilidad y buen órden en todos... Es copia de la proclama original, formada por el consejo, y aprobada por la suprema Junta de gobierno; de que certifico yo D. Bartolomé Muñoz de Torres, del Consejo de S.M., su secretario ...