Maria Antonia Vallejo Fernández o "La Caramba" (1751-1787), natural de Motril, fue la tonadillera por excelencia. Llegó a Madrid con 25 años y desde el principio se hizo popular por su belleza, desparpajo y atrevimiento en sus actuaciones, e incluso por su forma de vestir, combinando los rasgos de majas y señoras, imitado por todas las mujeres. Después de una escandalosa vida amorosa, se recluyó entre penitencias y oraciones para morir en soledad.