Localizada en la calle Montera, la Iglesia de San Luis Obispo fue construida aprovechando el lugar ocupado por una ermita dedicada a San Roque en el año 1679. Obra del alarife Tomás Román, se trató de un edificio de planta de cruz latina que permaneció abierto al culto hasta 1935, año en que fue destruido por un incendio. El único elemento que se conserva es la portada principal que se colocó en la cercana Iglesia del Carmen en 1950, en su acceso por la calle de la Salud. En la actualidad su lugar lo ocupa un edificio comercial.