La Casa Profesa de la Compañía de Jesús se inauguró en 1901 justo en plena manzana 495, es decir en mitad del trazado de la Gran Vía. En un principio Salaberry previó su conservación en el proyecto haciendo que una de sus esquinas diera a la Avenida de Eduardo Dato. Sin embargo desde 1926 hubo voces que pidieron su demolición ya que impedía el ensanchamiento de la calle. Al negarse los jesuitas a ceder el edificio se inició un expediente que finalmente no se llevó a término ya el 1 de mayo de 1931 un grupo de personas prendió fuego al edificio, reduciéndolo a escombros.