En el artículo del que se extrae la imagen se puede leer que la sala del cine Madrid-París "está muy aprovechada, gozándose de perfecta visualidad desde cualquier punto de la misma. Las agradables proporciones de la sala se traducen en una acústica perfecta, no habiendo sido preciso recurrir a subdivisión de muros y techos para evitar resonancias molestas". Más tarde conocido como "cine Imperial" cerró recientemente sus puertas para transformarse en una tienda de ropa.