Pintoresco rincón del Madrid de los Austrias, que desemboca en la plaza del Conde de Miranda, cuyo claro ilumina la fachada del convento de Las Carboneras, a la izquierda.
Esta calle existió en el siglo XVI, una finca del Conde de Puñonrostro, de donde adoptó el nombre.
Fuente: Catálogo de las Pinturas, 1990, pág. 203. Museo Municipal de Madrid.