"MADRID Teatro Real / Colección Romo y Füssel - Vistas. No.913" (anverso)
Cartulina color
9 x 14 cm.
Signatura
Inv. 31427
Comentario
El Teatro Real se construyó sobre el solar que había ocupado el Teatro de los Caños del Peral, derribado en 1817. Por su situación y concepción estuvo desde el principio ligado a la Corona, que quiso construir un teatro que, por calidad y dimensiones, compitiera con los mejores de Europa. Fue diseñado en función de la reforma de la plaza de Oriente, lo que motivó su extraña forma de hexágono irregular, que condicionó la planta y funcionamiento del edificio. El proyecto se debe a Antonio López Aguado, quien inició las obras en 1818 y las dirigió hasta su muerte en 1831, cuando se hizo cargo de las mismas Custodio Teodoro Moreno. Quedaron interrumpidas en distintas ocasiones y por diversos motivos y el edificio no fue inaugurado hasta 1850, colaborando en los últimos trabajos Francisco Cabezuelo. La fachada a la plaza de Oriente se ejecutó siguiendo los diseños aportados por Isidro González Velázquez, autor del proyecto conjunto de la dicho espacio urbano, de manera que armonizase con él.
En planta, la sala adopta la forma de una herradura, mientras que la caja del escenario es un gran espacio rectangular. En torno a estos dos grandes bloques se distribuyen periféricamente una serie de salones y estancias, entre los que destacaba el gran salón de baile de la fachada a la plaza de Isabel II. Ese perímetro de difícil resolución originaba una gran cantidad de espacios sin uso definido y difícil mantenimiento. Por éste y otros motivos, a lo largo del siglo XIX, el edificio sufrió una serie de modificaciones, entre las que destaca la reforma de la fachada a la plaza de Oriente proyectada en 1884 por Joaquín de la Concha.