C/ San Isidro Labrador, 13
Distrito:Centro
Colocada en el año 2013
Editor: Ayuntamiento de Madrid
Signatura
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Comentario
En esta casa nació en 1933 la cantante TERESA BERGANZA, que con su voz y arte ha paseado Madrid por el mundo.
Mucha gente no sabe que la internacionalmente conocida mezzosoprano, Teresa Berganza, hubiera nacido en esta sencilla casa de la calle San Isidro Labrador, un 16 de marzo de 1933.
Teresa estudió piano y canto en el Conservatorio de Madrid, donde obtuvo el primer premio de canto en 1954. Debutó en Madrid en 1955, pero su presentación internacional fue en el Festival de Aix-en-Provence dos años más tarde.
Desde finales de los años cincuenta del pasado siglo, esta artista ha interpretado en los teatros más representativos del mundo: su voz y su canto se ha escuchado desde la Ópera de París a la Escala de Milán, del Covent Garden al Metripolitan, del Colón de Buenos Aires a la Ópera de Roma, de la Ópera de Viena a la de Hamburgo, o a la de Chicago, Dallas, San Francisco, y así un largo etcétera.
Ha sido solicitada por las importantes batutas del mundo como Giulini, Rescigno, Karajan, Solti, Mehta, Abbado, Baremboim, Muti, etc.
Ha encarnado a los personajes más entrañables, más queridos por los amantes de la ópera: Cherubino, Zerlina, Dorabella, Angelina, Isabella, Dulcinea, Charlotte, Carmen… Personajes a los que han dado vida la música de Mozart, Haendel, Rossini, Purcell, Offenbach, Bizet o Massenet, entre otros muchos compositores.
Su impecable forma de canto, su exquisito estilo y nítida emisión le han permitido construir un estilo peculiar y único en la historia del canto.
En la actualidad, Teresa Berganza es profesora titular de la Cátedra de Canto en la Escuela Superior de Música Reina Sofía y ha impartido sus enseñanzas en los centros más representativos de toda Europa en ciudades como Madrid, Santander, París, San Petersburgo, etc.
En 1991, junto a otros cantantes españoles, fue reconocida con el Premio Príncipe de Asturias de Las Artes. En 1992 participó en la ceremonia inaugural de la Exposición Universal de Sevilla y en los Juegos Olímpicos de Barcelona. Pero, entre las más de cien condecoraciones recibidas, la que más emoción le causa es la medalla de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando que la reconoce como la primera mujer que ha sido académica de número en esta institución.