Imagen de uno de los miembros de la Familia Arroyo mientras posa sentado en su carrito, situado en Vía Lusitana, antes de ser abierta al tráfico. Durante muchos años esta calle estuvo construida, pero no abierta por lo que muchos niños aprovechaban para jugar allí sin peligro de ser atropellados; además, era lugar de paseo de las familias los domingos, y las autoescuelas también la utilizaban para realizar sus prácticas de manera segura, llegando en un determinado momento a ser el sitio escogido para la realización de los exámenes de conducir.