Frente a este lugar estuvieron LA ALCANTARILLA Y FUENTES DE SAN PEDRO junto a los que se halló el asentamiento del primer Madrid.
Por la actual calle de Segovia trascurría uno de los muchos arroyos que afloraban a tierra desde el gran acuífero sobre el que se asienta Madrid. Este arroyo pudo ser denominado “Matrice”, arroyo matriz y primigenio, del cual pudiera derivarse el nombre de la ciudad, y su cauce determinó la existencia de dos grandes núcleos de asentamiento dedicados a la caza y el pastoreo. Con el fin de organizarse socialmente aquellos hombres “buscaron siempre como morada zonas húmedas y de cómodo acceso. Tiene que ser por tanto el que se encierra dentro de ese vallejo de las Fuentes de San Pedro, lugar abrigado, con abundancia de agua y con el vertedero de su arroyo, el del primer núcleo madrileño antes de su fundación como medina árabe”, según explica el historiador Oliver Asín.
En su libro “Historia del nombre ‘Madrid’”, Jaime Oliver Asín explica también que “en tiempos de Alfonso el Sabio se llamaba el ‘arroyo de las fuentes de Sant Pedro’, que nacía en las fuentes de ese mismo nombre, junto a la primitiva iglesia, más arriba de la actual, al lado de Puerta Cerrada. De esas fuentes procedía el agua de los baños moros allí mismo situados, baños que se encontraban en total abandono en tiempos de Alfonso el Sabio, hasta que los donó a la Villa el mismo monarca para que volviesen a prestar servicio. Una mora que se llamaba doña Xançi fue, por cierto, quien se hizo cargo de ellos en el siglo siguiente, a finales del cual se construyó allí mismo, aprovechando las conducciones de los baños, la fuente que llamaban del ‘Alcantarilla’.”
El arroyo fue canalizado en el siglo XVI por Juan de Herrera y quedó oculto bajo la llamada calle Nueva, hoy denominada Segovia.
