En esta casa estuvo de 1939 a 1990 el estudio-museo «ALFONSO» sede de grandes fotógrafos de la vida madrileña.
Gracias al fotógrafo Alfonso somos capaces de ver con nuestros propios ojos como era el Madrid finisecular y el de la primera mitad del siglo XX. Sus retratos están en nuestros libros de historia, de literatura y son hoy propiedad del Estado, por su enorme interés testimonial y artístico.
Alfonso Sánchez García, el padre y primer fotógrafo de la familia, nació, porque sus padres estaban de gira teatral, en Ciudad Real el 21de febrero de 1880. Aprendió en el estudio de Amador hasta que puso el suyo propio en la calle General Castaños, nº 13. Más tarde lo trasladó a la calle Fuencarral, nº 6 (ahora 4), que quedó destruido en la Guerra Civil. Sustituyó los telones de fondo por decorados reales, cultivó la fotografía artística en el retrato y en el periodismo gráfico. Su famosa foto de la “Mujer lavando en una tina en la buhardilla”, mereció en 1904 el Primer Premio de la Exposición de Artistas Fotógrafos en Nueva York.
Ocupó este estudio de Gran Vía en agosto de l939. Era el segundo piso. Tenía doscientos metros cuadrados. Aquí trabajó Alfonso Sánchez García fundador de la dinastía, sus hijos Alfonso y Luis, y su nieto Luis.
Alfonso Sánchez Portela, el hijo y famosísimo retratista, maestro de reporteros gráficos, decía:
“El estudio es el mejor mundo del fotógrafo, en su silencio meditamos y pensamos, soñamos en lo que pudiera ser nuestra mejor obra. Nada hay comparable a esas cuatro paredes; allí jugamos con los tres elementos bien orquestados: el lienzo, la cámara y la luz. El estudio no fue ni es fácil. Precisa una total dedicación, evolucionando con la incorporación de los adelantos técnicos.”
