Representa la cornisa norte de Madrid, con el Cuartel de la Montaña, el Palacio Real en su fachada septentrional y el caserío de la Villa, entre cuyos tejados asoman numerosas torres, cúpulas y chapiteles. En primer término aparece la ribera del Manzanares donde una pareja, de merienda, ofrece su bota a un pastor al cuidado de sus cabras, que pastan entre la arboleda, dando al paisaje un tono bucólico.
El cuidado por el detalle y la pincelada minuciosa y colorista de Avrial son visibles en este lienzo, de composición hábil y agradable, en el que se aprecia aún la huella de su maestro Brambilla, bajo cuya dirección pintó por estas fechas varias vistas de Sitios Reales, una de las cuales podía ser ésta. La obra se identifica con la vista de "Madrid desde el camino de Castilla" mencionada por Ossorio como concurrente a una de las exposiciones de Bellas Artes celebradas por la Academia de San Fernando en esos años.
Comentario extraído del libro "Catálogo de las pinturas. Madrid: Museo Municipal".