El fisionotrazo ha sido considerado en algunas ocasiones como un antecesor manual de la fotografía.
Se trata de un instrumento óptico mecánico operado manualmente e inventado en 1786 por Guilles-Louis Chrétien. Fue utilizado a lo largo del siglo XIX como una máquina de dibujo capaz de trazar los perfiles de objetos y modelos sobre láminas de cobre.
Debido a su diseño este instrumento resultaba adecuado para la realización de retratos en perfil otorgando a las placas obtenidas un aspecto característico