Sencilla fuente figurativa, dedicada a aves palmípedas, que se sitúan en el centro de un estanque polilobulado. El pedestal está configurado a partir de una sencilla base de planta cruciforme, que sirve de asiento a las cuatro aves.
En el arranque del Paseo del Prado, donde se produce su encuentro con la Plaza de la Cibeles, existía de antiguo una zona estancial, delimitada por un banco circular en los extremos norte y sur, entre pedestales de piedra granítica.
Al comienzo de la década de los setenta del siglo XX el arquitecto Manuel Herrero Palacios la reorganizó, incorporando jarrones de coronación en los referidos pedestales y una fuente en medio, elíptica y tetralobulada, en cuyo centro se colocó un grupo escultórico de ánades, procedente del Real Casa de Campo, y cuyo origen podría remontarse al siglo XVIII.