Esta fuente forma pareja con la Fuente del Fauno de la Rosaleda, apareciendo en el inventario unidas, aun cuando son distintas en sus elementos ornamentales.
Se encuentran actualmente en cada uno de los focos de la planta elíptica del Jardín de La Rosaleda, pero se ignora su procedencia, pues bien pudieron ser traídas a este lugar, cuando el jardinero Cecilio Rodríguez lo diseñó en 1915, lo más probable por su estilo y antigüedad, o bien encargarse en este momento su ejecución de raíces clasicistas.