Se trata de una gran estanque polilobulado, constituido por ocho semicírculos más un tramo recto corto y una gruta o rocalla sobre un pedestal y fuente en el centro.
Está completamente cercado por barandilla de hierro, disponiéndose en los encuentros o extremos de los diámetros diez pilares o pedestales de piedra, antaño coronados por bolas, en cuyas bases, hacia el estanque, hay mascarones con surtidores. Aún conserva entre los dos pilares que flanquean el tramo recto la puerta que daba entrada a la pasarela de acceso a la isla central.
Signatura
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s/sig
Comentario
El Estanque Ochavado o de las Campanillas se encontraba en el Jardín de ese nombre, en lo que fueron jardines del Palacio Real del Buen Retiro, promovidos por el Conde-Duque de Olivares para el rey Felipe IV, por lo que su traza se remonta al segundo cuarto del siglo XVII.
Se trata de uno de los escasos restos originales de la época de creación del dicho sitio real, en cuyo diseño pudieron intervenir Juan Bautista Crescenci como supervisor y Alonso Carbonel como arquitecto, si bien hoy se halla muy alterado, pues en su centro se situaba una hermosa torrecilla o templete con campanillas, que sonaban cuando las azotaba el viento, de ahí su nombre.
Estaba poblado de aves acuáticas, gansos, patos y cisnes y contaba con un puente o pasarela, también desaparecido, con el que se accedía a la isleta central.