En diciembre de 1925 se hundió de madrugada la medianería del cine Sage, tal y como se conocía entonces al actual Palacio de la Música, ocasionando la muerte de una muchacha que dormía en la casa de al lado.
Los primeros en acudir fueron un par de agentes de la policía, quienes llegaron a abrir un pequeño agujero por el que alcanzaban a tocar el cuerpo enterrado, que no cejaba en sus llamadas de auxilio y lamentos. No obstante, la cantidad de escombros era tal, que los bomberos llegados apenas momentos después que los policías sólo consiguieron rescatarla pasadas más de dos horas y media.
El pronóstico gravísimo del médico que la atendió terminó por confirmarse una semana después, cuando la desdichada joven falleció a causa de sus heridas.