Comenta la revista de la que se extrae la imagen que "el edificio que marca una orientación más perdurable es el Palacio de la Música, en el que Secundino Zuazo utiliza el ladrillo al descubierto por primera vez en la Gran Vía; lo combina con la piedra natural y consigue un conjunto de gran nobleza, que hace pensar en Villanueva. El interior está inspirado en la decoración barroca de los templos sevillanos, pero utilizada con un sello personal y siempre con acierto."