Desde 1868 la gestión de la Casa de fieras del Retiro madrileño fue encomendada al Ayuntamiento de Madrid pero en 1895 se ceden los derechos de explotación a Luis Cabañas o Cavanna, tratante de animales para los circos. La forma de llevar Cavanna el negocio del Zoo, le hizo muy popular. Aportó su propia colección de animales que incluían aves exóticas como la de la imagen, tigres, etc. Sacaba personalmente a tomar el sol a un cocodrilo, y llevaba diariamente a tomar el baño en un estanque al elefante. Incluso organizó luchas de animales contra toros por las principales ciudades de España.
El baño diario de la elefanta Pizarro, terminó cuando un día se escapó de su cuidador y en su huida por la calle de Alcalá se metió en una tienda. Finalmente el 31 de diciembre de 1918, el Ayuntamiento se hace nuevamente con la Casa de Fieras al ganar la denuncia del contrato con la familia Cavannes.
