Fotografía coloreada de un grabado publicado en la prensa madrileña del siglo XIX.
Signatura
Inv. 18382
Comentario
El 19 de junio de 1855, Fernando Hamal, Conde de Hamal, y Eduardo Oliver Manby, miembro del Instituto de Ingenieros Civiles de Londres, presentaron una propuesta para llevar a cabo las obras de la Puerta del Sol para sacarla de la parálisis en la que había estado sumida desde la Vicalvarada. Para ello, los promotores del proyecto se comprometían a pargar la expropiación de los soalres y a terminar la obra en un plazo de 18 meses, proponiendo para la indemnización la rifa de los inmuebles a construir. De esta forma, ni el Ayuntamiento ni el Gobierno hubieran tenido que realizar ningún desembolso de ningún género.
Desde el punto de vista urbanístico, Hamal y Harby proponían realizar una plaza rectangular de 172 pies de ancho por 621 de largo, siempre sobre la base de la fachada de Correos, desdeñando la fachada curva nortre del anterior proyecto. Tal y como nos cuenta Pedro Navascués "Sobre el solar del Buen Suceso se levantaría un edificio, de monumental fachada para alojar a la Bolsa, Tribunal y Junta de Comercio. En la fachada opuesta, entre Arenal y Mayor, otro edificio de análogos vuelos serviría de contrapunto al de la Bolsa. La plaza llevaría dos fuentes en el centro. Las plantas y alzados de los edificios se ejecutaron por los arquitectos Juan de Madrazo y Aureliano Varona, que los remitieron a la Comisión de ornato el 20 de agosto del mismo año" (Proyectos del siglo XIX para la reforma urbana de la Puerta del Sol en la revista Villa de Madrid, 25, 1968).