Instalados durante el mandato de Enrique Tierno Galván y repartidos por diversos barrios de Madrid, cerca de doce vagones en desuso de RENFE convenientemente habilitados sirvieron para paliar la absoluta ausencia de locales y centros culturales en los primeros años del gobierno democrático de Madrid. En Carabanchel se instaló éste entre la avenida de Oporto y la calle de la Oca dirigido especialmente para la juventud como centro de reuniones y pequeña biblioteca.
El vagón continuó instalado hasta 1987, fecha en la que se inauguró el Centro Sociocultural Oporto.