Los comerciantes establecidos en la zona expropiable por el proyecto de la Gran Vía llevaron a cabo una protesta por las consecuencias que para ellos tenía la ley de expropiación forzosa de sus inmuebles ya que ésta preveía indemnizaciones sólo a aquellos comerciantes que llevaran diez o más años establecidos en ellos. Por ello solicitan que se proceda de igual manera que en la reforma de la Puerta del Sol en 1857, en la que se indemnizó incluso a los que llevaban establecidos en ella solamente dos meses.