Paisaje que representa el Palacio Real y el Campo del Moro en un día de nevada. El aspecto solitario y desapacible del paraje, de tonalidades frías y apagadas y la desnudez de la composición, rematado por la izquierda por un árbol deshojado, con sus ramas cubiertas por la nieve, producen un atractivo especial que viene a confirmar la estimable personalidad del desconocido autor.
Fuente: Catálogo de las Pinturas, 1990, pág. 234. Museo Municipal de Madrid.