Representa al infante Luis Antonio Jaime de Borbón y Farnesio, penúltimo de los siete hijos habidos en el segundo matrimonio del rey Felipe V con Isabel de Farnesio. Nacido el 25 de julio de 1727, -portaba por tanto quince años de edad en la fecha del retrato-, fue cardenal de Toledo y Sevilla, continuando así la tradición de la familia real al destinar a uno de sus vástagos al ejercicio de la carrera eclesiástica.
Fuente: Catálogo de las Pinturas, 1990, pág. 123-124. Museo Municipal de Madrid.