A ambos lados de la calle Bardegueral se hallan las casas de los artesanos en la urbanización Rosa Luxemburgo. Casas en las que, separadas por su jardín, tienen el estudio donde los vecinos desarrollan sus oficios. Actividades tan variadas como tapicero, marionetista, dermatólogo, pintor, ceramista y hasta se daban clases de refuerzo de matemáticas donde, recuerdan Reyes y Antonio, algún año fue su hijo Joaquín.