"En este lugar, antiguo Sanatorio de los Dres. Crespo y González,
falleció el 13 de agosto de 1934 el torero Ignacio Sánchez Mejías
cuya cogida y muerte inspiró el Llanto de Federico García Lorca"
Ignacio Sánchez Mejías (1891-1934) fue un torero español cuya figura trascendió el ámbito taurino, ya que fue también aficionado a la literatura y escritor, lo que le convirtió en uno de los personajes más populares de la cultura de España durante el primer tercio del siglo XX. Al morir como consecuencia de una cornada, fue homenajeado por varios poetas de la Generación del 27, en particular por Federico García Lorca en su Llanto por Ignacio Sánchez Mejías.
La “Residencia de Mayores Goya”, ubicada en el número 120 de la calle Goya, fue originalmente un sanatorio quirúrgico donde recibían asistencia gratuita los funcionarios asociados a la Unión Sanitaria de Funcionarios del Estado, obra del arquitecto Manuel Sánchez Arcas. También fue sanatorio de toreros durante los años veinte y treinta del siglo XX y, posteriormente, maternidad de beneficencia.
El sábado 11 de agosto de 1934, el torero Ignacio Sánchez Mejías sufre una cornada en la plaza de toros de Manzanares (Ciudad Real). Ante la negativa del propio diestro a ser operado en la precaria enfermería de la plaza, se le traslada a Madrid, donde llega en la madrugada del domingo siendo ingresado en el Sanatorio de los Dres. Crespo y González. Allí será operado por el doctor Jacinto Segovia, cirujano jefe por aquel entonces de la antigua Plaza de Toros de la Carretera de Aragón (en el emplazamiento del actual Wizink Center y, por lo tanto, muy cerca del sanatorio), así como de la nueva Plaza de Toros de Las Ventas (a punto de ser inaugurada por aquella época).
Tras larga y angustiosa agonía, la capilla ardiente fue instalada en la planta baja del mismo Sanatorio de los Dres. Crespo y González. En 1934, según se recoge en la prensa de la época, la dirección del Sanatorio era Calle Goya, n.º 122 (actual 120). No hay que confundir en Sanatorio de los Dres. Crespo y González con el Sanatorio de Toreros de la calle Bocángel, n.º 12, que estaba en activo desde 1927 bajo la dirección del mismo doctor (Jacinto Segovia), que operó a Sánchez Mejías.