Solemne retrato de Maria Luisa de Parma, encargado a Zacarías González Velásquez, con motivo de la entrada oficial a la capital de Carlos IV y Maria Luisa como nuevos soberanos tras el fallecimiento de Carlos III.
La reina aparece de cuerpo entero en un interior palaciego. El autor refleja el gusto y suntuosidad de Maria Luisa a través de la riqueza del lujoso vestido, tratamiento de las telas, encajes, bordados, joyería y el sofisticado peinado y tocado de época. La composición se cierra con cortinajes azules de fondo, elementos arquitectónicos y mesa sobre la que se sitúa la corona real.
Pintura que forma pareja con el retrato de Carlos IV, obra del mismo autor. Ambos fueron expuestos en el balcón de la Casa de la Diputación de los Cinco Gremios Mayores, en la calle Atocha, con un magnífico dosel guarnecido de plata, con motivo de la celebración de la entrada de los nuevos reyes en 1789.
(Comentario del Catálogo de la exposición "Madrid 1808: Ciudad y Protagonistas")