Conjunto formado por el azucarero (Inv. 3179) y su correspondiente salvilla. Estas dos piezas, en las que la falta de adornos permite apreciar más claramente la pureza del diseño, se enmarcan en el período en que Celestino Espinosa dirigió la Real Fábrica de Platería Martínez y con el que la institución vivió su momento más dinámico en diseño y decoración.