Óleo sobre lienzo.
110 x 162 cm.
Anverso, margen inferior: PRADO DE SAN GERONIMO.
Imagen: Pablo Linés.
Signatura
Inv. 2009/11/1
Comentario
El Paseo del Prado ha sido siempre escenario de la vida cultural madrileña, y más concretamente de la música. Los primeros testimonios de música en el paseo datan de 1577, cuando se acordó que los músicos municipales, o ministriles, acudieran al lugar todos los días de fiesta a tocar sus instrumentos.
A partir de 1606, cuando la capitalidad regresa a nuestra ciudad desde Valladolid, esta práctica cobró mayor auge. Primero el Ayuntamiento mandó construir un tablado de madera a modo de escenario. Y después, en 1613, este tablado fue sustituido por un edificio: “La Torrecilla de la música” que vemos retratada en este óleo anónimo de la segunda mitad del siglo XVII.
Aquí tocaban los músicos, acompañados de trompetas y atabaleros. Y aquí, se celebraron además, grandes fiestas patrocinadas por los poderosos durante más de un siglo. Se ubicaba en la actual Plaza de Neptuno, justo enfrente del Palacio del Duque de Lerma, valido del rey Felipe III.
El edificio fue reparado en varias ocasiones, y debido a su popularidad, se insistía en que se mantuviera siempre con la misma apariencia. Pero llegaron los nuevos tiempos y la Torrecilla acabo siendo derribada en 1769, ya que molestaba a los planes de reforma del Paseo de Carlos III. Había sido un elemento emblemático del Prado, pero fue precisamente su situación estratégica lo que terminó por decidir su derribo.
