Los mayores del barrio recuerdan como en la Glorieta de Santa María de la Cabeza existía este abrevadero para ganado localizado en el lugar de paso hacía el Matadero. Aquí era dónde los animales hacían su última parada y cuentan que se les hinchaba de agua para ganar algo de peso en la báscula del Matadero.
En la foto Mercedes, la del centro, amiga de la donante, sobre los escalones de los Bebederos. El edificio de ladrillo que se encuentra detrás del grupo, hoy desaparecido, era la imprenta de Enrique Teodoro según nos indica amablemente la amiga de nuestra página Ana María Gutiérrez. Se podría situar entre el paseo de Santa María de la Cabeza y la calle Ferrocarril, los edificios de la derecha pertenecen al número 36 y 38 de Ferrocarril.
En esta época se llamaba plaza del Capitán Cortés pero en el barrio se la conocía como la plaza de los Bebederos.