Esta plaza ha sufrido sucesivas transformaciones desde que se proyectó en tiempos de Fernando VII. En los años 60 ya habían sido desplazados los obeliscos desde la embocadura de la calle Toledo al centro de la plaza, y colocados en pequeñas isletas separadas entre las que circulaban los vehículos. Entre 1995 – 1996 se llevó a cabo la última remodelación dotando a la glorieta de una gran isleta con los dos obeliscos y una fuente entre ellos.
Vista tomada desde el Puente de Toledo a la derecha en primer plano el tranvía de la línea 32 que hacía el recorrido desde la Plaza de la Cebada hasta Legazpi.
“La glorieta no recibió una denominación oficial hasta 1903, cuando fue incluida en el callejero oficial, con la denominación «glorieta del Puente de Toledo». Sin embargo, el 28 de diciembre de 1944, por acuerdo municipal su denominación pasó a ser la actual, debido a los monolitos erigidos en la glorieta en 1831.
La plaza forma parte del conjunto de proyectos urbanísticos llevados a cabo a finales del reinado de Fernando VII. En concreto, la urbanización fue planeada por Isidoro González Velázquez. La plaza posee en su rotonda central dos obeliscos gemelos desde 1831. Fueron elaborados con una mezcla de granito y caliza y tenían catorce metros de altura. Inicialmente se había previsto que los monolitos portasen alusivas a la reina María Cristina y a la infanta Luisa Fernanda, que estaba a punto de nacer. Sin embargo, finalmente no llevaron ninguna inscripción.”
Extraído de https://es.wikipedia.org/Glorieta_de_Piramides
