Forma parte de una serie de cinco pinturas que representan ornatos levantados en diversas calles de Madrid con motivo de la entrada de Carlos III el 13 de julio de 1760.
La entrada pública del monarca Carlos III en Madrid tuvo lugar el domingo 13 de julio de 1760. El arquitecto Ventura Rodríguez, el escultor Felipe de Castro y los académicos don Pedro Rodríguez de Campomanes y don Vicente García de la Huerta fueron los responsables del diseño de las decoraciones e inscripciones que la villa de Madrid presentó para el recibimiento del nuevo soberano (…).
La noticia facilitada por Ceán Bermúdez referente a que el pintor extremeño Lorenzo Quirós (1717-1789), que se hallaba en Madrid desde 1756 estudiando en la Real Academia, estuvo “trabajando en los adornos que se pintaron para la entrada de Carlos III en esta corte cuando vino de Nápoles”, ha dado pie a considerar como posible obra suya esta serie de cinco cuadros alusivos a la referida entrada (…).
A ambos lados de la calle Mayor se alzan pilastras alineadas, rematadas por esculturas de atlantes dorados. De los balcones de las casas penden tapices, cuadros y reposteros, como era costumbre para engalanar las fachadas de las casas en ocasiones solemnes, como es este caso. En la calzada, los soldados del escuadrón de escolta galopan hacia el Palacio Real. Al fondo se vislumbran la torre de la desaparecida iglesia del Salvador y los chapiteles de la Casa de la Villa.
(Fuente: Catálogo “Madrid pintado” 1992-1993)
Depositado por la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando en el Museo de Historia.
