Provisión de Juan II ordenando a Lope de Villarreal apee, deslinde y libre de cargas la heredad que, junto a Perales, vendió a Álvarez de Toledo, contador mayor y le pague los diez mil maravedís de los daños que su negligencia ha provocado
Juan II de Castilla (1405-1454), hijo de Enrique III “el Doliente” y Catalina de Lancaster, accede al trono tras la regencia de su madre y de su tío Fernando de Antequera, que dividieron el reino en dos partes. Juan II será el padre de Isabel I de Castilla, conocida como Isabel “la Católica”.
Este monarca tuvo varios cortesanos, entre ellos cabe destacar a Alonso Álvarez de Toledo. La vida de este personaje se desarrolla durante los años caóticos y convulsos que sufre el reino de Castilla en la primera mitad del siglo XV. La labor de este cortesano es la de contador del rey. En 1433 compra el castillo de Aulencia junto con sus tierras, casas y vasallos. Este castillo, de posible origen musulmán (no hay mucha documentación al respecto), en el siglo XV pasa a ser de Alonso Álvarez de Toledo.
El presente documento, muestra la liberación de cargas de este castillo junto con sus tierras y que se le otorgase una indemnización por las molestias que estas cargas hubieran causado a su propietario.
