Juan II de Castilla (1405-1454), hijo de Enrique III “el Doliente” y Catalina de Lancaster, accede al trono tras la regencia de su madre y de su tío Fernando de Antequera, que dividieron el reino en dos partes. Juan II será el padre de Isabel I de Castilla, conocida como Isabel “la Católica”.
Las familias nobles y adineradas habían puesto la mirada en Madrid, muchas personas poderosas se habían empezado a asentar en la villa para apoderarse de la ciudad, por lo que el monarca impide al Concejo que les de la vecindad.