“Fecho el previllejo en Burgos, once días de setiembre, era de mill e trezientos e quarente e dos annos”.
Traslado autorizado, coetáneo.
Cuaderno en papel, 42 x 33 cm.
Letra gótica.
A través de este privilegio se eximía a Madrid de cualquier pesquisa pendiente sobre sus pagos atrasados, en gracia, de una cantidad que la Villa donó al Rey equivalente a una moneda forera, ocho maravedís por cada pechero.
Así mismo se excusa a los vecinos de la Villa del pago de fonsadera (tributo o prestación que se hacía al rey para los gastos de la guerra) salvo en caso de hueste, se les confirman las cantidades a pagar en concepto de yantar, se les autoriza a elegir los jueces a Fuero y que sean vecinos los cogedores de impuesto cuando no haya encabezamiento, además el rey se compromete a no sacar la Villa del patrimonio Real.
En el reinado de Fernando IV (1285-1312). quien accedió al trono a los diez años de edad, fueron frecuentes las tensiones con la nobleza, teniendo su madre María de Molina que enfrentarse a los enemigos de su hijo, impidiendo en varias ocasiones que Fernando IV fuese destronado. Estas tensiones con la nobleza provocaron que el monarca se apoyara en las ciudades con gestos en favos de sus ciudadanos como los que refleja este documento conservado en el Archivo de Villa.
